Aquí algunos consejos para cuidar sus joyas, limpiarlas y así devolverles su brillo.

Los metales se oxidan con el tiempo, este fenómeno es común y completamente normal.
Sin embargo, existen trucos para cuidar sus joyas y devolverles su brillo.

Aquí algunos consejos de almacenamiento y uso para retrasar el proceso y así conservar sus joyas:

 El primer consejo para evitar la oxidación es guardar sus joyas en un estuche o en bolsas de tela. Esto evitará la oxidación por el aire y la humedad. Evite almacenarlas en el baño.

 Intente alternar el uso de sus joyas y no llevarlas permanentemente, ya que el contacto con la piel y el sudor puede acelerar la oxidación. Por lo tanto, recuerde quitarse las joyas por la noche y durante actividades físicas.

Para dar una segunda vida a sus joyas, podrá realizar una limpieza específica para eliminar las manchas o el aspecto opaco. Pero le recomendamos limpiar sus joyas después de cada uso con un paño suave de microfibra.

 Agua jabonosa o paño suave:
A diario puedes usar un paño suave de microfibra y/o limpiar tu joya con agua jabonosa, lo que eliminará la suciedad y devolverá el brillo. Atención, es necesario secar bien la joya.  

 La Coca-Cola:
¡Uno de los trucos más famosos! Sumerge tu joya en un recipiente lleno de Coca-Cola y frota suavemente. Para terminar, enjuaga con agua clara y seca bien. Usa un paño suave de microfibra para devolver el brillo.

 Salsas picantes y ketchup:
Sí, puede parecer extraño, pero el uso de salsas picantes y ketchup puede ser muy útil para eliminar ciertas manchas o el efecto opaco en la superficie.
Para ello frota la pieza con la mezcla, enjuaga con agua clara, seca y frota con un paño suave.

 La pasta dental:
Uno de los trucos más comunes es frotar ligeramente tu joya con un cepillo de dientes y pasta dental. Como en otras limpiezas, enjuaga y seca bien.

 Vinagre blanco y bicarbonato de sodio:
Si tu joya está muy oxidada o tiene manchas de óxido, puedes preparar una mezcla muy eficaz.
Para ello mezcla medio vaso de harina con un cuarto de vinagre blanco. Añade sal o un poco de bicarbonato de sodio. Aplica la mezcla sobre la joya y deja actuar unos minutos. Enjuaga y seca bien. Devuelve el brillo con un paño suave.

 Agua jabonosa o paño suave:
Como con la mayoría de los metales, puedes usar un paño suave de microfibra a diario y/o limpiar tu joya con agua jabonosa. Atención, es necesario secar bien la joya. 

 Alcohol para quemar o vitriolo:
Puedes empapar un paño suave con alcohol para quemar o vitriolo y luego frotar la pieza. Para terminar, enjuaga y seca cuidadosamente.

A diferencia de otros metales o chapados, las joyas de oro macizo o chapado en oro pueden opacarse y perder brillo, pero no cambiarán de color. Para restaurarlas, aquí tienes diferentes opciones.

  Pasta dental:
La más conocida para devolver el brillo. Coloque un poco de pasta en un cepillo de dientes humedecido con agua tibia, luego frote delicadamente. Finalmente enjuague y seque con un paño suave.

 Productos especiales:
Los productos para joyas preciosas serán los más efectivos y garantizarán una limpieza perfecta. El procedimiento será el mismo: frote con un cepillo húmedo, enjuague y luego seque con un paño suave.

 Líquido para lavar platos:
Muy simple, esta técnica es igual de eficaz. Sumerja la joya en un vaso de agua caliente con detergente líquido. Espere toda la noche y luego enjuague cuidadosamente antes de secarla con un paño suave.

La plata puede empañarse y ennegrecerse, pero no se preocupe, este fenómeno es completamente normal. También es una garantía de que su joya contiene plata maciza.

 Pasta dental:
La más conocida para devolver el brillo. Coloque un poco de pasta en un cepillo de dientes humedecido con agua tibia, luego frote delicadamente. Finalmente enjuague y seque con un paño suave.

 La ceniza:
Muy eficaz, esta técnica es también fácil de realizar siempre que tenga una chimenea.
Espolvoree ceniza y frote su joya con un cepillo pequeño, luego enjuague cuidadosamente y séquela con un paño suave.  

 Productos especiales:
Los productos para joyas preciosas serán los más efectivos y garantizarán una limpieza perfecta. El procedimiento será el mismo: frote con un cepillo húmedo, enjuague y luego seque con un paño suave.

 La sal:
Atención, este método debe usarse únicamente en joyas muy oxidadas, que no contengan piedras o perlas y como último recurso.
Coloque su joya en una hoja de aluminio, espolvoree sal y cierre el papel. Sumerja todo en una palangana con agua caliente y espere 15 minutos. Atención, no se quede encima porque ocurrirá una reacción química y un ligero olor a azufre. Luego enjuague y lustre con un paño suave.

 El vinagre blanco o cerveza:
Sumerja su joya en un vaso de vinagre blanco, después de unas horas (aproximadamente 2h) saque la joya, enjuague y seque con un paño suave.

Esta operación se puede realizar con cerveza, en ese caso se dejará en remojo toda la noche.

 El limón:
Corte un limón por la mitad y frote la joya contra la pulpa. Luego lustre con un paño suave.

 El bicarbonato de sodio:
Diluya un poco de bicarbonato de sodio en agua hasta formar una pasta. Frote la joya con esta preparación y un cepillo de dientes húmedo. Luego enjuague y lustre con un paño.