Montaje del colgante:

Para comenzar, corta un hilo de latón de aproximadamente 30cm.

Elige tus perlas de piedras naturales y enhébralas en el hilo jugando con las formas, los tamaños y los tonos.

Coloca el enfilado en el borde del colgante para determinar la ubicación de las perlas.

Después de haber determinado en la ubicación, enrolla un lado del hilo en 2 vueltas dejando aproximadamente 2mm por encima de la última perla. Este espacio libre es esencial porque para tejer el hilo entre cada perla necesitas espacio para evitar crear demasiada tensión entre las perlas.

Ahora coloca el enfilado en el borde del colgante y enrolla el hilo en 2 vueltas del otro lado dejando aún aproximadamente 2mm por encima de la última perla.

Ahora comienza el tejido del hilo en espiral entre cada perla. Esto permitirá apretar las perlas contra el borde del colgante.

Cuando todas las perlas estén perfectamente fijadas, enrolla el hilo en el borde de la última perla para detener el hilo. Corta los sobrantes de hilo al ras y aplánalos con un alicate plano.

Montaje de las perlas en el soporte del pendiente:

Corta un hilo de aproximadamente 10cm. Enrolla el hilo en el anillo del soporte en 2 vueltas.

Enhebra 3 perlas en el hilo.

Coloca las perlas en el borde del soporte sin apretar demasiado las perlas.

Luego enrolla el hilo sobre la última perla en 2 vueltas y baja en espiral entre cada perla.

Bloquea el hilo dando 1 vuelta y luego corta el sobrante. 

Para terminar, abre delicadamente el anillo del soporte del pendiente e inserta el colgante.

Atención, asegúrate de no abrir demasiado el anillo del soporte para no romperlo. Procede poco a poco abriendo solo lo necesario para insertar el colgante.

Procede de la misma manera pero en simetría en el orden de las perlas para realizar el segundo lazo.

¡Tu joya está terminada!

¡Bella creación!